Por Davinia Alonso, Cofundadora de Niperos Niperas.
Hay un anuncio en televisión en el que le preguntan a diferentes personas “¿qué es lo más loco que has hecho?”.
Y no sé ustedes, pero yo lo tengo claro: ¡ser madre!
Y es que no hay nada más loco que un puerperio y nada más temerario que una crianza en los tiempos que corren. Maternar como si estuviéramos corriendo una maratón para llegar a todo es un deporte de alto riesgo y sinceramente, entre nosotras, maternar cómo se nos exige (al ritmo de este mundo capitalista) nos resta mucha vida.
Sin embargo, seguimos teniendo hijos, atreviéndonos a meternos en esta loca aventura que a la vez nos llena el corazón de amor y felicidad. Qué cosa más complicada ¿verdad?
Que me lo digan a mí, que hace poco más de dos meses he vuelto a tener un bebé en mis brazos, después de 9 años de crianza de mi primera hija. Que cuando ya creía que no volvería a tener más, la vida da un giro, te sientes diferente, cambia tu perspectiva de las cosas y tomas esa decisión que creías que ya la habías tomado firmemente hace años, ¡qué ingenua de mí!
Algún día les contaré cómo ha sido nuestra experiencia teniendo hijos “tan grandes”. Porque les adelanto que no es volver a empezar como me decían, es vivir otra maravillosa aventura.
Así que después de tanto tiempo, de estar inmersa en otras etapas, vuelvo a disfrutar de ese momento: un cuerpecito, unos pies y manos diminutos, un olor maravilloso, unos ojitos que te miran con auténtica admiración…
¡Qué sensación! Es que un recién nacido es tan adictivo….¡cuidado a quienes lo echan de menos! Ya saben que luego crecen 😉
Y aquí estoy, este año, celebrando el día de la madre por partida doble, con un bebé pegado a mi cuerpo las 24 horas del día y una niña con altos indicios de pre-adolescencia enseñándome los bailes que ve en YouTube a la vez que juega a las muñecas .
¡Vaya nivel!
Y como ya saben, una es madre todos los días, pero aprovechando que se acuerdan de nosotras un día, reivindiquemos nuestro rol, nuestra labor, nuestra implicación y nuestra más absoluta dedicación a esta locura llamada maternidad.
Aprovechen para pedir (sí pedir, con todas las letras) este día lo que más necesitan, lo que más les apetece y lo que más anhelan porque una vez al año, no hace daño. Y si no nos cuidamos y mimamos, llegaremos a la meta si es que la hay, pero mucho más cansadas. Así que ¡pidan, pidan y pidan! Porque lo que dan es el triple y se lo merecen todo.
Nosotras queremos felicitarlas a todas ustedes por la gran labor que hacen, porque a pesar de la falta de descanso dan lo mejor de ustedes, porque a pesar del peso del cansancio siguen acompañando, amando y sonriendo. Porque el trabajo que hacen sembrando cada día es el más duro y difícil y aún así, ahí siguen, intentando dar lo mejor de ustedes a pesar de todo. Porque de la inversión de su tiempo y energía en criar nos beneficiamos todos, tengamos o no hijos.
Feliz día y feliz crianza a todas ustedes, porque no son mamacitas, ¡son mamasotas!